miércoles, 10 de enero de 2018

Música para concentrarse en el trabajo: ¿realmente sirve?

Muchas personas escuchan música mientras trabajan, pues alegan que así pueden concentrarse más fácilmente y ser más productivos. ¿Qué tan cierto es esto?
La música funciona como activador del aprendizaje cognitivo, afectivo y motor; sin embargo, el rendimiento laboral requiere a veces de silencio o solo de música ligada a la instrumentación. Es decir: escuchar música puede ayudarnos a ser más productivos, siempre y cuando no tenga letra o sea en un idioma que no comprendamos. De este modo el cerebro tan sólo debe procesar la información en la que se concentra y mantiene al margen sonidos que evoquen directamente el sentimiento de un recuerdo.
Daniel Levitin, autor del libro “Este es tu cerebro bajo los efectos de la música”, declaró a la BBC que “Cuanto más cautivadora es la música, peor es para la concentración, y si tiene letra, es terrible para las tareas verbales”.
Un estudio publicado en el diario “Neuroscience of Behavior and Psychology” demostró que la habilidad de las personas para reconocer imágenes, palabras o números rápidamente se potencia escuchando música.
Entonces, ¿de qué depende el efecto que nos produzca la música en nuestro cerebro? “Hasta ahora se ha revelado que escuchar música estimula una parte importante de nuestro cerebro llamada núcleo accumbens. Un estímulo tan insignificante como las notas musicales generarán dopamina en el área tegmental ventral (VTA), neurotransmisores que están presentes en diferentes áreas del cerebro y que son importantes para la función motora del organismo y especialmente significante en la fase de la atracción”, según cita la web bbva.com.
Las investigaciones sugieren que hay tres cualidades de la música que pueden influir en el comportamiento de alguien dentro de un entorno: tempo, volumen y género. Las composiciones armónicas son empleadas como base y ayudan a la concentración, inducen a la sociabilidad y generan una mayor tranquilidad en el individuo. El ritmo genera una actividad muscular, el cuerpo se mueve casi de manera instintiva, natural, siguiendo las pulsaciones de los instrumentos y las constantes del bombo. Por ello, es esencial conocer el ritmo con el que tenemos una mayor disposición a centrarnos en una labor, señala la misma web.
Fuente: Ejecutivos CENTRUM

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